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viernes, 28 de abril de 2017

¿CÓMO AFECTA A LA ARGENTINA QUE LA TEMPERATURA AUMENTE 1.5°C EN LOS PRÓXIMOS 25 AñOS?



Veinticinco años podrían parecer mucho tiempo, pero para la Argentina significan la diferencia entre un país devastado por desastres naturales o un país con desarrollo social y ambiental equitativo.
 
La comunidad científica nos advierte que en sólo 25 años la temperatura de la Argentina aumentará 1.5°C, y esto podría significar que muchas ciudades desaparezcan bajo el agua con efectos sobre las fuentes de alimentación, la salud y el acceso al agua potable. No hay dudas que serán millones de vidas afectadas por los impactos irreversibles del cambio climático en el desarrollo social y económico de la Argentina.
 
El calentamiento global es inequívoco. Estas últimas décadas han sido las más cálidas para nuestro planeta. Según el Panel Intergubernamental de Cambio  Climático (IPCC) la temperatura global aumentó un 0,8°C con graves consecuencias. La Argentina, por su parte, ha superado este aumento de temperatura ya que en regiones como la Patagonia ha llegado a aumentar más de 1°C en los últimos años. Además se proyecta que se supere el límite de 1.5°C en los próximos 25 años. Un tiempo muy corto si pensamos que los compromisos que se hicieron en París se establecieron para fines de siglo.

El Acuerdo de París marcó un antes y un después. Las 195 naciones acordaron combatir el cambio climático y se comprometieron a mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2°C. Si bien se creía que esta cifra era ambiciosa, algunos no estaban tan de acuerdo. Las islas del Pacífico y los países más vulnerables al cambio climático veían peligrar su subsistencia por el aumento del nivel del mar, que se proyectaba catastrófico con esta meta de 2°C; por ello su reclamo era que la meta sea 1.5°C.

En una entrevista exclusiva, Peter Thomson, Presidente del 71º período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, respondió cuál era la diferencia de este medio grado para islas como Fiyi, su país natal.
"1.5°C es donde las cosas empiezan a cambiar, con impactos catastróficos, y estamos casi ahí. Esto podría significar nuestra subsistencia, es algo existencial para nosotros”.
Sus pedidos fueron escuchados y se incluyó en el Acuerdo de París un párrafo que reafirma la necesidad de hacer esfuerzos para que el aumento no supere este límite. También se logró que el IPCC inicie investigaciones sobre el impacto que tendría un calentamiento global de 1.5°C, ya que hasta el momento las proyecciones están hechas para los 2°C.

Pero ¿Qué significa esta diferencia de medio grado para la Argentina?  ¿Por qué es importante que la temperatura no aumente más de 1.5°C en nuestro país?  Carolina Vera, investigadora del  Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, explica el desafío que tenemos por delante: “Ese medio grado puede significar una gran diferencia para el futuro de la Argentina, es la diferencia entre un país en caos o uno con desarrollo.”
Vera conoce bien de lo que habla, porque desde 2015 preside el Grupo de Trabajo I del IPPC donde investiga sobre las bases físicas del cambio climático, en el mundo y en la Argentina. Además coordinó la elaboración de un informe para la Tercera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático que analiza el impacto del calentamiento global en nuestro país en los últimos 50 años. En una entrevista exclusiva para esta nota, Vera presenta los resultados alarmantes de su última investigación.

“No necesitamos remitirnos a las proyecciones climáticas de fines de siglo para ver cómo afecta medio grado de aumento de las temperaturas en Argentina. Los datos ya están accesibles hoy. Ya podemos ver los impactos del calentamiento global en nuestro país. En los últimos 50 años el aumento promedio de las temperaturas en el país alcanzó y superó el medio grado. Ese medio grado ha significado un aumento en las lluvias y en los eventos extremos, todos vinculados al calentamiento global por actividad humana.
Esto sólo empeorará. Estamos a la vuelta de la esquina del límite de 1.5°C”.


En el informe, Vera y su equipo anticipan que el país alcanzará un aumento de temperatura de 1.5°C en los próximos 25 años. Esto generará eventos climáticos adversos cada vez más frecuentes. Se espera un aumento de los fenómenos extremos relacionados con las altas temperaturas y las precipitaciones intensas en la mayoría de las regiones del país.

Se producirán inundaciones en la zona central, sequías más prolongadas en Cuyo, lluvias intensas y tornados más frecuentes en el Norte y el Litoral. El caudal de los ríos de la cuenca del Plata sufrirá alteraciones y el Mar Argentino crecerá en promedio tres milímetros por año, dejando bajo el agua a cerca del 19% de la población argentina.

Esta proyección de la subida del mar se puede ver en el Mapa online animado diseñado por la organización Climate Central, que permite pronosticar cómo subiría el nivel del mar, con un aumento de 1.5°C y en el caso más extremo de 4°C.

Estos eventos climáticos extremos no sólo traerán como consecuencia desastres naturales. El aumento de la temperatura también producirá impactos negativos en la vulnerabilidad social y en el desarrollo de la Argentina. Respecto a esto, el Banco Mundial junto al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, llevó adelante un Análisis donde evaluó el impacto del calentamiento global en el desarrollo socio-económico del país. Determinó que las inundaciones generan el 95% de los daños económicos causados por el aumento de temperatura, y representan uno de los riesgos sociales más desafiantes para la Argentina.

No hay dudas que serán millones de vidas afectadas por los impactos irreversibles del cambio climático en el desarrollo. Este escenario está sucediendo hoy y no hará más que empeorar. Los próximos 25 años serán determinantes para frenar consecuencias aún peores.

La comunidad científica internacional es clara cuando dice que el aumento de 1.5°C es el mejor de los escenarios que se puede proyectar. Es el “peor de los males”, afirma Vera. Las consecuencias más desastrosas se verán si decidimos no hacer nada y seguimos emitiendo como lo estamos haciendo ahora.

En este “business as usual” la temperatura escalará a los 4°C. Será necesario trabajar en un sistema energético más eficiente, que abandone la explotación de combustibles fósiles y busque alternativas sostenibles. Pero se deberá ir más allá de sólo reducir emisiones. Vera nos advierte que el mayor desafío será la captura de emisiones, es decir, crear los medios para que las emisiones de la atmósfera sean capturadas y se reduzcan, por ejemplo a través de la reforestación. Si tomamos en cuenta que la Argentina perdió en los últimos 10 años el 12% de sus zonas forestales (el equivalente a una cancha de fútbol por minuto) entonces estamos frente a un desafío enorme.

El Gobierno argentino reconoce este desafío y por ello anunció que fijará metas de reducción de emisiones aún más ambiciosas que las presentadas hasta el momento. Además creará un Gabinete Climático Nacional para trabajar con los sectores más críticos, como el Agro y el Transporte, los mayores contribuyentes de emisiones en el país, y también los sectores más afectados por el impacto del cambio climático (PNUD Argentina).

Veinticinco años están a la vuelta de la esquina. Ya no es necesario esperar a ver las consecuencias del aumento de temperatura en Argentina, hoy los desastres naturales están a la vista. Los escépticos han quedado en la historia. El aumento del 1.5C es inevitable y necesitamos cambiar bruscamente de dirección para no quedarnos sin Planeta. Bien lo recuerda el ex Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon: “No tenemos plan B, porque no hay Planeta B”.

FUENTE: ComunicaRSE , 27 / abril / 2017
Por María Julia Arana





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