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viernes, 18 de marzo de 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO TRAE NUEVAS PAUTAS PARA LA GESTIÓN DE SEGUROS.





Aprovechando uno de los temas más recurrentes en las conversaciones de ascensor pero actualizado a los nuevos tiempos, ya que hemos pasado de hablar “del tiempo” a hacerlo “del cambio climático”.

Es evidente que “a pesar del primo de Rajoy” hace ya casi 10 años, tenemos advertencias cada vez más visibles del trastorno climático que está sufriendo nuestro planeta, despertando de manera paralela reflexiones en todos los sectores de la sociedad, y el mundo asegurador, no sólo no es ajeno, sino que probablemente sea uno de los actores principales, tanto por el desafío que va a suponer, como por las oportunidades que se van a generar, aunque impere, con toda lógica, ahora mismo más lo primero.

Si hiciéramos una encuesta sobre el cambio climático, preguntando simplemente qué es, creo que un porcentaje alto de la población lo asociaría automáticamente al aumento continuado de la temperatura media, hecho constatable con los cada vez más cortos y benignos inviernos que estamos teniendo. Pero este calentamiento global es mucho más, porque existe relación directa con sequías y falta de alimentos, que podrían ser causa de conflictos (incluso bélicos) en países en vías de desarrollo, además de otras catástrofes naturales (existe alta correlación científica con los terremotos por ejemplo).

Todos en el sector asegurador somos conscientes de la estrecha relación entre las catástrofes naturales y las aseguradoras, de hecho por dar una “pincelada” de historia, las plagas de la antigua Mesopotamia parecen ser el origen de nuestro negocio.

Es fácil reflexionar que las mayores pérdidas económicas por este tipo de desastres, ocurren en los países del “primer mundo” ya que el capital expuesto es muy superior, mientras que los más perjudiciales para las economías, ocurren en los países en vías de desarrollo, donde sus infraestructuras son inferiores al igual que la cobertura de seguros.

Es imprescindible por tanto entender que el cambio climático es un riesgo, y como tal debe mitigarse, y el sector asegurador, especialmente las grandes compañías, pueden y deben convertirse en asesores y creadores de estrategia (especialmente en países más necesitados), al contar con altas capacidades meteorológicas y geográficas para poder implementar medidas preventivas, como por ejemplo, alertar sobre construcciones en zonas con alta probabilidad de inundaciones o de huracanes.

Por tanto, es necesario que exista un mercado de seguros eficiente, para además de actuar como preventivo, logre colmar las necesidades del usuario final, ya que en muchos casos, está en juego su subsistencia y la de gran parte de la población.

FUENTE: EFE Empresas,  José Andrés Mayo,  16 / 03 /2016

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