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miércoles, 4 de febrero de 2015

CHINA Y SU GESTIÓN DE RESIDUOS



La búsqueda del crecimiento económico en China ha conducido al país a serios problemas de contaminación medioambiental que el gobierno no ha podido ocultar ni el público ignorar. Al problema de la contaminación atmosférica hay que añadir el de la basura y los residuos plásticos.
El reino del plástico, un documental que ahonda en el modo en que la importación de residuos plásticos está contaminando muchas zonas del país, ha sorprendido y abierto un debate entre la población, después de ser difundido en diversos medios de comunicación.

El cineasta independiente, Wang Jiuliang,  visitó durante tres años los centros de reciclaje de plástico en China para grabar la película y develar al público el lado más oscuro y menos conocido de la industria.
La película muestra cómo el proceso de clasificación de residuos plásticos es perjudicial para los trabajadores involucrados en esa actividad.  Además del mal olor, gran parte de los residuos contiene materiales peligrosos con elementos tóxicos o corrosivos, a  los que fácilmente podrían estar expuestos los trabajadores.

El uso del agua en el proceso de reciclaje también provoca una importante contaminación a nivel local. En muchos casos, las aguas residuales se descargan en los ríos sin ningún tratamiento, convirtiendo, tanto las aguas superficiales como las subterráneas, en inútiles y perjudiciales. La quema de residuos plásticos produce grandes cantidades de humo que contaminan el aire, mientras que en muchos lugares con centros de reciclaje de plástico, el cáncer es muy común.

China es el país que más recicla en el mundo, e importa aproximadamente el 70% de los plásticos reciclados  y desechos electrónicos del mercado global.
Además de los residuos de plástico importados, China también produce una enorme cantidad de basura. De hecho, Wang se hizo famoso hace tres años por otro documental, Pekín sitiado por los residuos, sobre la eliminación de residuos y la contaminación en la capital.

Con una población de unos 20 millones de habitantes, la ciudad de Pekín produce unas 30.000 toneladas de residuos al día. Del  2008 al 2010, Wang viajó alrededor de la ciudad y visitó 460 vertederos legales e ilegales para documentar la recolección de basura y excremento, el desastre ambiental, las personas que sobreviven de estos vertederos, incluyendo las condiciones precarias de vida de los que escarban entre los residuos,  los espacios verdes que cubren estos basureros y el ganado que se alimenta de basura.

El documental ofrece una descripción muy alarmante sobre la ecología urbana. El proyecto comenzó  cuando Wang  empezó a preguntarse en dónde terminaban las enormes cantidades de basura de Pekín. Utilizó Google Earth  para localizar cientos de vertederos durante tres años, generando un mapa de puntos que forma un gran círculo que rodea la capital.

Wang Jiuliang's map on rubbish sites around Beijing city.

La película suscitó entre el público preocupación generalizada y se le atribuye el mérito de haber presionado al gobierno municipal de Pekín para que destinara 10 billones de yuanes (1.65 mil millones de dólares ) para la limpieza de los residuos.
Aunque las autoridades chinas en su búsqueda del crecimiento económico han ignorado el medio ambiente, la lucha contra la contaminación se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de la población, desde que han aprendido más sobre la contaminación del aire, agua y productos. Según los datos de Naciones Unidas de 2013, aproximadamente el 70%, es decir, 20 de los 50 millones de toneladas de desechos electrónicos producidos al año a nivel mundial, se vierten en China, el resto va a la India y África. Al parecer, China sería el lugar con mayor acumulación de desechos electrónicos en el mundo.

Durante la última década, la ciudad de Guiyu en el sudeste, ubicada en la principal zona industrial de China, ha sido un centro muy  importante para la eliminación de los desechos electrónicos. Cientos de miles de personas han trabajado en el desmantelamiento de la basura electrónica del mundo.
“Los numerosos logros económicos que China ha alcanzado en los últimos 30 años son inútiles y baratos, si lo comparamos con el costo que ha supuesto para el medio ambiente y la calidad de vida de la gente”, dijo Wang cuando la AP le entrevistó en diciembre.  La gente ha mostrado su conmoción y rabia en Weibo (el Twitter de China) después de ver los informes sobre “El reino de del plástico”, en la televisión nacional.

FUENTE: Economía Circular y Minería Urbana, 26 / ene / 2015

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