El hallazgo es sorprendente y puede llegar a ser de lo más útil, por lo que trasciende la simple anécdota. “Este vínculo entre crecimiento de la vegetación y oro enterrado podría resultar fundamental para el desarrollo de nuevas tecnologías ecológicas para la exploración de minerales”, señalan en un comunicado de prensa.

Partículas microscópicas

Las partículas son microscópicas, por lo que han sido necesarios rayos X para poder detectarlas, concretamente dentro de un estudio que profundizaba sobre la conocida presencia de metales en los árboles cercanos a yacimientos de minerales.
¿Pero, cómo ha llegado el oro hasta las hojas? Cuando las raíces buscan agua en zonas secas en ocasiones pueden encontrar zonas ricas en oro donde también hay agua, por lo que al tomarla también absorben oro.

Además de abrir grandes posibilidades a las empresas mineras para hacer extracciones menos contaminantes, este descubrimiento desvela que el oro puede ser absorbido por las raíces y llegar incluso hasta sus hojas. Hasta ahora se desconocía si el oro encontrado en algunas plantas quizás lo hubiera arrastrado el viento.
Las cantidades de oro son muy pequeñas. Por ejemplo, los científicos explican que si tuviéramos 500 árboles de eucalipto sobre un yacimiento de oro, sacaríamos como mucho el necesario para fabricar una alianza.
Como curiosidad, el carácter tóxico del oro habría sido la razón por la que los árboles las habrían desplazado hasta sus extremidades, es decir, hasta las mismas hojas para así protegerse de sus efectos venenosos.